10 PRONÓSTICOS SOBRE LA EVOLUCIÓN SOCIOPOLÍTICA DE ESPAÑA A CORTO Y MEDIO PLAZO (PARTE III y ÚLTIMA)

7) El nuevo rol de China en Europa ejemplificará la creciente pérdida de peso de la UE a escala internacional. La potencia de fuego China – alimentada por su eterno superávit comercial – adquiere un nuevo cariz en un contexto económico dramático como el actual.

Pekín continúa poniendo bajo su control el suministro de materias primas estratégicas (minerales ligados a telecomunicaciones y uso militar p.ej.), gracias a su modelo de neocolonialismo blando en Latinoamérica y África (a modo de muestra: http://bit.ly/prsmUd).  Un modelo que no tardará en llegar a Europa mediante la ‘ayuda’ del régimen chino a los países que sufren con mayor dureza el asalto neoliberal, como Grecia, Portugal o España, a través de a) la compra de deuda soberana (ver: China aumenta su presencia en deuda española del 4 al 12% – http://bit.ly/hnIXoc)   b) la inversión en iniciativas empresariales conjuntas y c) la entrada en la puja por servicios, infraestructuras y compañías públicas privatizadas.

David Cameron y Wen Jiabao

A su vez, la depresión de las economías periféricas europeas y el estancamiento en Francia y Gran Bretaña amenazan con dejar a Alemania sin mercado para sus exportaciones. En este sentido, uno de las pocas alternativas viables a su alcance es la apertura a los productos alemanes del consumo chino ‘de calidad’. Por tanto, no es descabellado pensar en un acercamiento Pekín-Berlín en el que – para nuestra desgracia – la contrapartida alemana sea el levantamiento de las restricciones europeas a la entrada de China en sectores estratégicos.

La presencia china en nuestro país saltará de bazares, bares y restaurantes a corporaciones dominantes en diferentes sectores. Para el Imperio del Centro, la expansión de su economía a segmentos de valor añadido es una cuestión de supervivencia, ya que en esa evolución se juega el ser capaz de dar respuesta a las tensiones internas que generan las crecientes demandas sociales de su población. ¿Exagerado?, una lectura reflexiva de la visita del Primer Ministro Wen Jiabao a Gran Bretaña el pasado junio (http://bit.ly/lZmcFQ) puede ser esclarecedora.

8) Agudización de la crisis en el Magreb y Oriente Próximo. Bajo la etiqueta de ‘primavera árabe’ se están agrupando procesos de cambio de régimen, con características y consecuencias más que diversas. A día de hoy, y pese a los habituales análisis eurocéntricos, Egipto es gobernado por una Junta Militar a la Argentina de Videla, Túnez afronta una esperanzadora pero compleja transición (ver. http://www.periodistas-es.org/myblog/paco-audije/tunez-las-incertidumbres-de-la-transicion) y Libia se desangra.

Las elecciones libres promovidas tendrán como resultado una fuerte presencia de formaciones islamistas en los parlamentos constituyentes (menor en Túnez), fruto – fundamentalmente – de su rol social (educación, orden público, emergencias humanitarias), ocupando los espacios abandonados por estados entregados a la corrupción y el pillaje. En este contexto, la argelinización del escenario (ver: http://es.wikipedia.org/wiki/Guerra_Civil_Argelina),  por la puesta de barreras no democráticas a la irrupción del islamismo político, pondrá a Egipto en serio riesgo de guerra civil.

Dicho esto, la situación en Siria – pese a la habitual simplificación del mainstream media – no admite comparación, como muestra bien a las claras la diferente actitud de la UE, Estados Unidos y Rusia frente a la brutal represión de Bashar al Assad sobre los grupos de oposición y la población civil (ver: http://www.independent.ie/opinion/analysis/robert-fisk-syrias-isolation-intensifies-but-rhetoric-wont-stop-the-slaughter-2842751.html).

Bahsar Al-Assad

La tibieza de la comunidad internacional está asociada – desde mi punto de vista – a un juego en el alambre con variables como los estrechos vínculos del régimen sirio con Teherán y su influencia decisiva en Líbano, a través de Hezbolá. La posibilidad de que el dictador baasista decide inmolarse provocando una guerra regional – mediante un ataque contra Israel p.ej. – atenaza a las cancillerías occidentales. Sin embargo, precisamente esa parálisis – a modo de profecía autocumplida – no hace sino contribuir al agravamiento de la situación.  

Por desgracia, todo parece apuntar a que 2012 nos traerá el primer gran conflicto bélico del S. XXI, con consecuencias impredecibles. Aspectos a tener en cuenta, entre otros muchos:

–       La falta de respuestas del gobierno ultraconservador de Tel Aviv a las reivindicaciones de los indignados israelíes (ver: http://www.haaretz.com/news/national/barak-israel-can-t-cut-defense-budget-to-meet-social-demands-1.381945). Incrementar la tensión exterior como vía de control interno puede ser una tentación irresistible para Netanyahu.

–       El programa atómico iraní continúa con sus avances, pese al retraso causado por el virus informático Stuxnet (ver: http://www.bbc.co.uk/news/world-middle-east-11414483).   Sea con fines estrictamente pacíficos (difícil de creer) o militares, los informes de las agencias de inteligencia occidentales llevan varios años señalando 2012 como el momento en que Teherán adquirirá la capacidad de producir armas nucleares. Agencias que (¿alguien duda aún de ello?) no acostumbran a dejar que “la realidad les estropee una buena historia”.

–       El choque cada vez menos velado entre Arabia Saudí e Irán. Los temores de Riad al respaldo del régimen de los ayatolás a las minorías chiíes en la principal área de producción petrolera de su país y otros estados del Golfo (Baréin p.ej.) son tan solo  uno de los ingredientes de este escenario de desestabilización regional.

–       El deterioro de la situación en las fronteras norte y sur israelíes. El juicio por el asesinato del ex-primer ministro Rafik Hariri – promovido a todas luces por Hezbolá – amenaza con quebrar el ya de por si complejísimo equilibrio político libanés; mientras que si se percibe alguna evolución en el frente palestino es a peor.

Las consecuencias para nuestro país en lo socioeconómico y en lo militar (con tropas en la frontera israelo-libanesa) serán dramáticas, de cumplirse este pronóstico.

9) Consolidación de la Era del Quant y el Capitalismo Skynet. Las operaciones automatizadas continuarán incrementado exponencialmente su peso porcentual sobre el total de transacciones en los mercados. Este comercio de alta frecuencia (High Frequency Trading – HFT) se fundamenta en la realización de miles de operaciones de compra-venta en posiciones a corto plazo, con ordenadores ultrarrápidos que aprovechan pequeñas variaciones de precio de un valor, en ocasiones de apenas décimas de segundo. Cada operación genera beneficios inapreciables, que se hacen sustanciales por acumulación

Lo terrorífico – al menos a mi juicio – es la falta de intervención humana en la decisión directa de compra o venta (que no, obviamente en la programación); ya que ésta depende en exclusiva del algoritmo matemático desarrollado por cada compañía de HFT (ver: http://adtmag.com/articles/2011/07/29/why-hft-programmers-earn-top-salaries.aspx). Según publicaba ayer Reuters (Exclusive: Regulators seek trading secretshttp://www.reuters.com/article/2011/09/01/us-financial-regulation-algos-idUSTRE7806J420110901), esta práctica supondría ya más del 50% de todas las operaciones bursátiles en Estados Unidos.

Es significativo que los fondos de inversión que basan su actividad en comercio de alta frecuencia no cuenten con economistas en sus plantillas, sino con físicos y matemáticos expertos en programación. Asistimos al nacimiento de una nueva casta, los quants, quienes no tienen reparos en admitir que sus procesos de decisión no se ven afectados en modo alguno por iniciativas políticas (como nuestra reforma constitucional), evolución de la economía real, racionalidad de la gestión del emisor de valores, etc. Es, en sus propias palabras, “un juego de apuestas”.

 Así, el Skynet de la saga Terminator (http://es.wikipedia.org/wiki/Skynet_(Terminator)) se convierte en inquietante realidad  no en la defensa estratégica, sino en el corazón del capitalismo especulativo-financiero. Su poder de destrucción es aún limitado, pero dio muestras de su potencial con el flash crash del pasado 6 de mayo (http://en.wikipedia.org/wiki/2010_Flash_Crash).

Skynetcapitalism

A corto-medio plazo, los reguladores de medio mundo estarán tratando de emular a John Connor en su desesperada batalla contra robots de pesadilla. Sin embargo, su suerte es aún más incierta, ya que – a diferencia del hijo de Sarah – van a combatir contra los centenares de humanos sin alma del lado de las máquinas (…).

Aunque sus conclusiones puedan ser controvertidas, el documental The Alchemists of Wall Street (http://www.youtube.com/watch?v=ed2FWNWwE3I&feature=player_embedded#!)  merece un vistazo, al menos para contribuir a acabar con la ilusión goebelesiana de que la evolución de los mercados viene determinada por la suma de voluntades de miles de inversores, a los que se puede “calmar” no generando “incertidumbre”.

+info sobre este pronóstico en particular con el hashtag #skynetcapitalism.

10) La Gran X. En 1997 Mel Gibson protagonizó Conspiración (Conspiracy Theory – http://www.imdb.com/title/tt0118883/). A muy grandes rasgos, Richard Donner dirige con oficio la historia de un tipo obsesionado por las más alucinadas teorías conspiranoicas, pero que ve confirmadas sus obsesiones cuando reaparece su pasado como conejillo de indias de un proyecto secreto similar al MK Ultra (http://es.wikipedia.org/wiki/Operaci%C3%B3n_MK_Ultra).

 Dos lugares comunes: “Eu non creo nas meigas, mais habelas, hainas” y “la realidad supera la ficción” (…) No soy crédulo, suelo poner en cuarentena este tipo de relatos porque en un número sorprendente de ocasiones responden a maniobras de intoxicación informativa. Sin embargo, el Sistema (por abreviar) posee una comprobada tendencia por adoptar atajos controvertidos cuando sus metas encuentran obstáculos en cosas banales, como la democracia (…)

No entraré en demasiados detalles (dejémosle esto al principal experto en estas lides de nuestro país, el gran Santiago Camacho), pero sí que enumeraré al menos cinco ejemplos de ‘lo impensable’ que forman parte, tristemente, de la verdad oficial: la voladura del Maine (http://es.wikipedia.org/wiki/Guerra_Hispano-Estadounidense#El_hundimiento_del_Maine), el incendio del Reichstag (http://es.wikipedia.org/wiki/Incendio_del_Reichstag), los experimentos nucleares con población civil norteamericana (http://articles.latimes.com/1995-10-04/news/mn-53213_1_radiation-experiments), la infección deliberada con sífilis de ciudadanos guatemaltecos (http://www.abc.es/20110831/sociedad/abcp-experimentos-guatemala-mataron-personas-20110831.html) o el ataque terrorista de los servicios secretos franceses contra el ‘Rainbow Warrior’ de Greenpeace (http://archive.laprensa.com.sv/20061008/enfoques/02-week.asp).

Mi objetivo no es tanto identificar a los responsables de las acciones citadas como mostrar que a lo largo de nuestra historia, en momentos críticos como el actual, suelen tener lugar acontecimientos extraordinarios que hacen que la población acepte imposiciones radicales. Cambios de régimen, legislaciones draconianas, aventuras bélicas, etc. descabelladas antes de que los hechos apuntados hubiesen tenido lugar.

En este preciso instante, estamos tan sólo a un suceso de impacto (ruptura de la zona euro, guerra regional, atentado terrorista al nivel del 11-S, etc.) de un caos sistémico que facilite la toma de medidas de abolición de los derechos sociales y las libertades públicas. Como es obvio, España no permanecería al margen.

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