“MI DERECHO A SABER SI SERÉ GRIEGO”

Uno de los recursos narrativos favoritos de Stephen King es situar el horror en entornos ordinarios. Espacios cotidianos de apariencia idílica pero podridos en el corazón de sus habitantes. El miedo latente que todos conocen, pero del que nadie habla (…) Últimamente, las personas anónimas con las que me cruzo en las calles de siempre me devuelven vibraciones similares.

El aire es denso. La carga emotiva, evidente. Estamos a pocas semanas del #20N, y los medios de sistema tratan de generar – con escaso éxito – la ilusión de que no estamos en plena transformación de nuestro modelo de convivencia. Pérdida de derechos sociolaborales, política doméstica entregada a los especuladores financieros, recortes a la libertad de prensa, trabas legales a las formaciones minoritarias, y un largo y desgraciado etcétera.

Con esto en mente, escuché hace un par de días un fragmento de una de esas “comparecencias sin preguntas”, en las que una persona X habla y otras transcriben lo que dice como si fuese palabra de dios. El partido y su busto parlante dan igual. Lo verdaderamente desquiciante es que las empresas periodísticas se presten a este juego, que viene a equivaler a mearse en las calaveras de los 41 periodistas muertos en 2011 ‘en acto de servicio’ (http://es.rsf.org/el-barometro-de-la-libertad-de-prensa-periodistas-muertos.html?annee=2011).

Un rato de ira se encadenó con otro y otro (…) hasta que pensé en cómo destilar en una sola pregunta toda la ansiedad social por conocer qué nos espera a corto plazo, qué tienen preparado para nosotros quienes están llamados a regir el destino de este país y sus gentes tras el #20N, pero ocultan tras un velo de manipulación, ignorancia, sumisión y espíritu totalitario (…) Mi elección: “de convertirse Ud. en presidente, ¿aplicará medidas como las adoptadas por el gobierno griego?”.

Plaza Sintagma

Se trata de una cuestión sencilla, de fácil respuesta. Un sí o un no sobre el que descansará la filosofía política del candidat@, su modelo de compromiso ciudadano y – en lo concreto, en esencia – su hoja de ruta postelectoral.

Responder sí implica – además de un ejercicio de respeto personal – apostar por la voladura de la democracia social, reducir a cenizas el Estado del Bienestar, someterse a la voluntad de actores y entidades no democráticas, abrir las puertas a un sistema neofeudal. Decir ‘no’ puede tener dos lecturas: una, la mentira; dos, optar por un camino difícil pero a cuyo fin – a diferencia de esta impostura de recortes y sacrificios unidireccionales – se encuentra la justicia, la libertad, la solidaridad, la igualdad de oportunidades, la ética de una sociedad medida en la moneda emocional con la que construimos nuestros sueños (…)

 Por ello, y para que de una buena vez la mayor parte de nuestros políticos usen las benditas redes sociales para comunicarse, les animo a utilizar Facebook, Twitter, Google +, etc., etc. para preguntar a todos y cada uno de los candidatos a la presidencia del Gobierno este próximo #20N una sola pregunta: ““de convertirse Ud. en presidente, ¿aplicará medidas como las adoptadas por el gobierno griego?”.

PD: Para seguir el recorrido de esta propuesta con intenciones ‘prácticas’ en twitter: #serégriego.

3 Comments

  1. muy de acuerdo, la pereza no distinge de status, quizas debieran reflexionar que la posibilidad es un arma muy poderosa y seria el empieze de un gran cambio sin precedentes, el salto,quizas el mayor enemigo de lo inevitable sea la esperanza que en manos inseguras es muy poderosa, un saludo.

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